In the last issue of “Periódico de Atapuerca” paper (Nº 68 marzo 2017), our dear friend Santiago Jiménez has written an emotive article about his experience in the Atapuerca sites over the last 40 years.
“ATAPUERCA: Atrapado por el entusiasmo
En 1976 el Grupo Espeleológico Edelweiss (GEE) recorría el complejo arqueológico de Atapuerca y localizaba restos craneales de homínidos en la Sima de los Huesos. Mientras, en la sección de Mineralogía y Paleontología de Iberdrola (que tenía estrecha relación con el GEE) investigábamos las huellas de dinosaurios de Cameros, en La Rioja, Soria y Burgos. Y, estudiando los yacimientos burgaleses de Salas de los Infantes y Regumiel de la Sierra, se fortalecieron los vínculos recíprocos que todavía hoy conservamos. En la primavera de 1978 pedimos desde Iberdrola a Emiliano Aguirre (“padre” de Atapuerca) un informe sobre las posibilidades que podían generar los yacimientos de huellas de dinosaurios.
Ese año, Emiliano Aguirre organizaba su primera excavación en Atapuerca, mientras Iberdrola organizaba en Bilbao la 1ª Exposición Internacional de Minerales y Fósiles de España, que todavía se celebra cada año. A partir de ahí fue surgiendo y creciendo la colaboración entre ambos grupos. Contar cómo es el Proyecto Atapuerca a los visitantes que la Fundación Iberdrola lleva a esos yacimientos en tiempo de excavaciones es un privilegio muy gratificante, del que disfruto personalmente. Y lo es porque me permite decir que Atapuerca no solo es el conjunto de yacimientos paleoantropológicos más importante del mundo por sus descubrimientos, por el gran número de profesionales que excavan, o por su potencial; sino que además es el primero del mundo en formación del conocimiento, en solidaridad, respeto y tolerancia, y en generosidad y entrega de los científicos. “Es la mejor experiencia de mi vida”, me contaba una alumna de Biología el último día de excavación, “a nivel científico y sobre todo a nivel humano”. A cada grupo de personas de la Fundación Iberdrola que acompaño durante la campaña, Atapuerca les parece un lugar mágico, por la capacidad de coordinación de tanta actividad tan compleja, por la imagen de laboriosidad y entusiasmo que transmiten los excavadores, y por la diversidad y riqueza de los yacimientos. Conozco de primera mano los sacrificios, la incomprensión y la falta de apoyo soportados por el equipo científico de Atapuerca, y me sigue impresionando su capacidad para seguir adelante sin desanimarse, y para investigar con el máximo rigor, siempre abriendo nuevas líneas de conocimiento.
A todas las personas que a lo largo de 41 años he conocido desde que entré en contacto con Atapuerca, mi gratitud y respeto. A Emiliano Aguirre, Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga, Robert Sala, Ignasi Pastó y Miguel Ángel Martín, solo puedodeciros: GRACIAS. Gracias porque incluso a mis 75 años,habiendo visitado sitios tan excepcionales y hoy inaccesibles como el macizo de Tassili en Argelia, habéis conseguido que cada vez que visito Atapuerca me siga embargando la misma inquietud, ilusión y entusiasmo que sentí elprimer día, hace más de 40 años.”
If you wish to read the whole number, you can download the pdf here. Enjoy!