Atapuerca: 20 años Patrimonio de la Humanidad
El 30 de noviembre del año 2000 no es un día más en la historia del Proyecto Atapuerca. Esa fecha marcó un antes y un después en este Proyecto que había comenzado su andadura en los años 70 de la mano de Emiliano Aguirre y que había continuado en los 90 con Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga. Fue el día en el que el trabajo de 20 años se vio recompensado con la declaración de los yacimientos de la sierra de Atapuerca como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En estos últimos 20 años, gracias entre otras cosas al impulso que este reconocimiento otorgó al proyecto, éste ha crecido de forma exponencial hasta convertirse en un referente científico internacional, en un ejemplo de estrategia de divulgación de éxito y en motor económico de una región. Así pues, para celebrar todos estos logros, el Diario de Burgos ha dedicado un número especial en el día de hoy para hablar todo cuanto se había hecho antes, durante y después del 30 de noviembre de 2000.
Otra mirada a Atapuerca
El Diario de Burgos me ofreció la oportunidad de colaborar en este número especial sobre Atapuerca con un artículo que ofreciera “Una mirada desde los otros lados de la ciencia”. No pude negarme ya que Atapuerca forma parte de mí desde que tengo 12 años y a esos yacimientos les debo todo lo que soy profesionalmente. A continuación podéis leer el texto que se ha publicado en la edición impresa del Diario de Burgos de hoy, 30 de noviembre de 2020.
El libro sobre nuestros orígenes
Un yacimiento arqueológico proporciona información sobre un momento concreto de la Historia. Se podría decir que éste representa algunas páginas dentro del libro que narra la historia de la Humanidad. Siguiendo el mismo símil, los yacimientos de la sierra de Atapuerca ocuparían varios capítulos de ese libro que nos cuentan cómo ha evolucionado el género Homo en Europa en el último millón de años, así como la flora, la fauna y el paisaje de esta región.
Desde que comenzara la primera excavación sistemática de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, los numerosos y extraordinarios hallazgos que ha proporcionado esta pequeña colina burgalesa, han permitido definir una nueva especie humana en Gran Dolina, Homo antecessor, secuenciar el genoma mitocondrial de fósiles de la Sima de los Huesos, analizar las proteínas del esmalte dental de H. antecessor, albergar la mayor acumulación del mundo de fósiles del Pleistoceno Medio, además de profundizar en cuestiones tan complejas como el origen del lenguaje, el pensamiento simbólico o el canibalismo. Atapuerca ha ayudado a cambiar diversos paradigmas científicos y no es de extrañar, por tanto, que a nivel científico sea considerado como la meca de la evolución humana.
Pero el éxito del Proyecto Atapuerca no es sólo científico. Este proyecto ha transformado social y económicamente una región y, ¿por qué no decirlo?: un país. Hasta los años 80 del siglo XX, el interés de las administraciones o de la sociedad en general por la Paleontología era prácticamente inexistente. Sin embargo, en el año 2020… ¿quién no ha escuchado hablar de Atapuerca en España? Esto es el fruto de 40 años de trabajo desarrollando una estrategia basada en tres pilares: generación (investigación), transmisión (docencia) y difusión (divulgación) del conocimiento. Bajo el paraguas de este proyecto, se han creado varios centros de investigación donde el Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) genera conocimiento y lo transmite a través de sus grados y másteres especializados. El Museo de la Evolución Humana (MEH) y el Centro de Arqueología Experimental (CAREX) han sido creados para divulgar los hallazgos del Proyecto en los alrededores de la sierra. De un modo complementario, la Fundación Atapuerca publica mensualmente el Periódico de Atapuerca, cuyo protagonismo recae sobre los yacimientos burgaleses y la evolución humana. Este modelo ha generado riqueza y empleo en la provincia de Burgos donde la Catedral tiene que competir con los yacimientos por los turistas que visitan la capital burgalesa.la evolución humana.
Sólo se ha arañado la superficie de esta magnífica colina en los últimos 40 años… ¿Qué sorpresas nos deparará la sierra de Atapuerca en el futuro?